29 DE FEBRERO

¿cual va ser tu regalo?

Este año la vida nos regala un día extra. Un día que se ha inventado para establecer un orden en la naturaleza, ajustar los tiempos y preservar el equilibrio.

Se calcula de esta manera: un año normal del calendario gregoriano cuenta 365 días cuando en realidad son exactamente 365 días, 5 horas con 48 minutos y 56 segundos (365,25 días). Estas horas se redondean a 6, lo que hace que cada cuatro años (año bisiesto) sumen un total de 24 horas (un día).

Este año quizás deberíamos seguir el ejemplo de la naturaleza y emplear este día para encontrar nuestro equilibrio, regalarnos un poco de tiempo y hacer algo que nos devuelva el ritmo natural de las cosas. Menos estrés, menos presión, menos tensión…

Yo este año quiero hacerme el regalo de desconectarme unas horas de Twitter, Facebook y las demás Redes Sociales. Voy a pasar de SEO y olvidarme de indexar durante una tarde. No Habrá Check-in, solo un paseo por el centro, unos vinos y una cenita de tapas con mis amigas…charlar y charlar y reírnos mucho. Sin compartirlo con nadie más…y menos en la web2.0

¿Y vosotros, que vais a hacer con el 29 de febrero?

Timeline

Llevo unos días que estoy en un #dilemasocialmedia:

¿Alimento al Timeline o le doy de comer al perro?

Es increíble el tiempo que absorbe la web 2.0. Cada perfil requiere tiempo y dedicación. No basta con publicar en tus tiempos libres alguna foto de tu perro/gato/hámster…es una tarea diaria que roba tiempo y energía.

¿Pero si en la web 2.0 se trata de compartir la experiencia de forma virtual, de dónde sacamos el tiempo para vivir lo que deseamos compartir con nuestras comunidades? Realmente el día debería tener 48 horas para que la dedicación que le damos a nuestras redes se viera alimentada por experiencias, vivencias y novedades que descubrimos en el mundo real.

Somos esclavos del hambre insaciable del monstruo de las redes…y nos volvemos adictos al “me gusta”, al compartir y al #RT.

La lectura de la web 2.0 es cada vez más breve y los post diminutos a causa de la increíble avalancha de información a la que nos enfrentamos y el tiempo limitado del que disponemos para asimilarla.

Es la cultura del “NEXT”, rápido, sin demasiado esfuerzo, sintetizado y sin profundizar. Sabemos un poco de todo y de todos y se nos olvida centrarnos en las pequeñas cosas que pueden aportarnos momentos de paz y felicidad.

La lectura de un buen libro…eso es tiempo para disfrutar y perderse en otro mundo, no menos virtual que la web pero con menos estrés.