domingo, 6 de mayo de 2012

Estos malvados Iphones…


Este post me lo ha dedicado mi madre Isabel...y hoy que es su día lo publico en mi Blog.

¡Feliz día de la madre mamá!



Hace no tanto tiempo yo tenía una hija con la cual me podía comunicar por medio de aquello que se llamaba diálogo. Un buen día tuvimos que cambiar los móviles, porque estaban ya un poco trasnochados (especialmente el mío, buen amigo al que adoraba, con el que me entendía muy bien y que ya llevaba su tercera pila cambiada. No lo puedo remediar, soy un alma fiel y me molesta arrinconar amigos, aunque sean electrónicos…). Aquel día, mi hija Yasmine decidió que necesitaba un Iphone 4. Yo, que sinceramente soy bastante negada para estas cosas, pensé que si lo necesitaba por algo sería. Nadie sabrá nunca cuánto me he arrepentido de aquella decisión.
El Iphone la condujo por extraños derroteros hasta hacer un Master en Community  Management. Desde entonces tengo una hija que está pegada al ordenador, twitteando, escribiendo posts, etc. He tenido que ampliar mi ya extenso vocabulario para poder entenderla cuando me habla,  porque estaba harta de oír aquello de “¡no te enteras, Mama!” Hace unos días me comunicó que me había metido en el FACEBOOK, porque le hacía falta para no se qué. Me gustaría saber cómo me ha metido, pero posiblemente no lo descubra nunca porque no tengo la menor idea de cómo se entra en ese sitio…
Antes se tumbaba en mi cama para ver la tele por las noches. Ahora tengo a mi lado una especie de ente compulsivo twitteando todo el rato. De vez en cuando se ríe o se sonríe y cuando yo, pobre optimista, pienso que es por algún comentario mío, la miro y veo que no, que es que le ha llegado un tweet de esos, vía Iphone por supuesto, y que le está haciendo muchísima gracia. Como soy bastante realista estoy empezando a darme por vencida. No se puede competir contra más de 1000 seguidores que hablan ese extraño lenguaje que yo no comparto. Mis encantos maternales se ven reducidos a comprar agua mineral con gas, sacar a su perra cuando ella no puede y hacer comiditas. La única solución sería hacer un cursillo intensivo de redes sociales, mandarle un tweet cuando tenga que decirle algo y darle las buenas noches diciéndole cariñosamente: “Nena, nos vemos en el FACEBOOK…”
P.S. Me olvidaba del importantísimo WhatsApp (este todavía no lo tengo muy claro, pero creo que también sirve para no poder hablar…)